El año 2035 se ha convertido en el punto de inflexión en el que los coches que funcionan con motor de combustión van a dejar de estar disponibles en el mercado y se primará la movilidad eléctrica. Al menos, si no cambian las intenciones de los países miembros de la Unión Europea, algo que podría pasar dada la oposición de parte de la industria y varios países. Pero hay otras alternativas que podrían ser muy útiles y que permitirían la presencia de este tipo de vehículos unos años más.
Los combustibles sintéticos y los biocombustibles reducen las emisiones producidas por los motores de combustión, así que son una buena manera de seguir utilizando los motores de combustión antes de pasar a la movilidad eléctrica. En España, se han comenzando a ofrecer los primeros en estaciones de servicio Repsol, así que se espera que pronto tengamos a nuestra disposición este tipo de combustible.
¿Qué es el biocombustible?
El biocombustible está elaborado a base de fuentes orgánicas como la biomasa y los residuos orgánicos. Para su elaboración se necesita utilizar restos de ramas, algas y otros elementos vegetales, pero también el aceite de cocina reutilizado. Todo ello pasa por un proceso por lo que se convierte en un producto que puede alimentar el motor de los coches. Todo ello, sin necesidad de realizar cambios ni mejoras en el mismo.
Hasta el momento, se ha comercializado diésel sostenible, que se ha orientado a los coches con este tipo de motores. Pero ahora se ha lanzado también la gasolina sostenible. Ambos tipos de combustible emiten muchos menos gases contaminantes que los que emiten los combustibles fósiles tradicionales.
Se prevé la producción de biocombustibles de cuatro maneras diferentes, de primera a cuarta generación. Por el momento, se están comercializando los de segunda generación. Los de tercera generación se elaborarán con algas y plantas acuáticas con un contenido de un 50% de aceite vegetal. La cuarta generación llegará más adelante, con el uso de cambios genéticos de los microorganismos encargados de captar el CO2 y permitir obtener un mejor rendimiento. Aunque hay plantas experimentales en Brasil y Estados Unidos, tampoco se comercializa en la actualidad.
Los biocombustibles son una buena alternativa, aunque presentan un handicap frente a estos. Es un combustible más caro y esto puede frenar su integración en la oferta habitual de las estaciones de servicio. Pero estos combustibles sostenibles, aunque más caros, no presentan un precio muy elevado. En las estaciones de servicio de Repsol, donde se ha comenzado a implementar, tiene un precio similar al de la gasolina de 98 octanos.
Repsol, pionera en combustibles sostenibles en España
Esta compañía ha implementado el gasóleo sostenible en 61 estaciones de servicio, 46 ubicadas en España y 15 en Portugal. Ahora, ha comenzado a ofrecer la gasolina sostenible en tres estaciones de servicio, ubicadas en Madrid. Las estaciones de Hipódromo, Arturo Soria y Herrera Oria son las primeras en contar con los dos tipos de combustibles sostenibles.
De manera gradual, estos combustibles irán incorporándose a distintas estaciones de servicio en todo el país y la vecina Portugal. La inversión se va a concentrar en las Comunidades Autónomas de Madrid, Cataluña, Murcia y País Vasco, donde a finales de 2024 se espera alcanzar los 600 puntos de suministro.