Rolls-Royce anunció que sus diseñadores de Coachbuild se iban a lanzar a la realización de un proyecto en el que nos presentarían cuatro exclusivas unidades o one-off como se les suele llamar, de las que dos unidades ya fueron presentadas a finales del año pasado, recordemos que se trataba del Rolls-Royce La Rose Noire Droptail al que le siguió el Rolls-Royce Amethyst Droptail. Ahora se une el tercero, el también espectacular Arcadia Droptail.
El principal requisito del cliente fue que el vehículo final fuera lo más fiel posible al boceto que le presentaron en el 2019, en el que le presentaban un diseño de carrocería tipo roadster de líneas fluidas y situado en una posición baja que además bebía de la influencia de diseño de los yates. Así fue como este boceto dio vida al one-off que podéis ver sobre estas líneas y que finalmente fue llamado como Rolls-Royce Arcadia Droptail.
Así el Arcada Droptail se presenta con una carrocería bitono para la que el cliente requirió un blanco que pareciera sólido pero que visto más de cerca creara confusión. Esto hizo que los diseñadores de Coachbuild tuvieran que emplearse a fondo primero con un color principal como el blanco sólido al que le añadieron partículas de aluminio y vidrio, que además de provocar un brillo efervescente cuando la luz incide también provoca una profundidad infinita; el cual además se complementa con el plata Bespoke utilizado como segundo color y que además de provocar un fuerte contraste respecto al blanco como pedía el cliente también lo hace en intensidad.
A diferencia de los otros dos Droptail presentados anteriormente, para el Arcadia Droptail los diseñadores de Rolls-Royce pintaron en el plata Bespoke los elementos de fibra de carbono que se utiliza para crear las secciones inferiores, de manera que así consiguen crear una sensación de continuidad, dinámica y agilidad. Todo ello además se complementa con una serie de detalles que se han creado en acabado espejo en homenaje a los «Rolls» históricos, presente en elementos como el marco de la parrilla, la parte inferior del parachoques o las llantas que por cierto son en tamaño de 22 pulgadas.
Si abrimos sus puertas con apertura «suicida» nos encontraremos con un interior en el que el cliente ha puesto mucho de su gusto y preferencias tal y como confirma la marca, con la madera como principal protagonista. Precisamente la madera elegida fue Santos Straight Grain, la cual presenta un estilo de veta muy fino y marcado que además representa un desafío para el trabajo de los diseñadores, ya que se si no se manipula correctamente se puede romper con facilidad o incluso rayar cuando se mecaniza. Para crear todo este interior los artesanos de Rolls-Royce utilizaron un total de 233 piezas de madera, de las cuales solo 76 fueron utilizadas en la parte trasera, zona donde la veta del enchapado de poros abiertos se coloca en un ángulo perfecto de 55°.
Pero el trabajo con la madera no termina aquí, ya que el Arcadia Droptail no será un modelo destinado a estar en un pedestal sino que será utilizado y viajará a lugares con climas muy dispares entre si, algo que preocupaba a los artesanos de Rolls-Royce por como afectara a la madera. Para ello crearon una laca a medida que en teoría durará toda la vida útil del vehículo y que se roció durante 1.000 horas en 18 muestras diferentes hasta que fue de la satisfacción del equipo. Esto resultó en el que el trabajo con la madera y el revestimiento protector requirió más de 8.000 horas de desarrollo.
Aunque no fue el único elemento que les llevó tanto tiempo, otros que pueden parecer insignificantes también requirieron un esfuerzo extra, como el reloj que se encuentra en el salpicadero para el que fue necesario más de dos años de desarrollo y un preciso montaje que duró cinco meses. Para terminar, toda exclusividad se encuentra abrazada con tapicería de piel en dos tonos Bespoke reservados exclusivamente para este cliente, con un color principal Bespoke White que traslada el blanco del exterior al interior y que se compagina con un color tostado.