El aplazamiento de la normativa de emisiones contaminantes Euro 7 ha sido oficializado, y supondrá un respiro para mucha gente que aún podrá seguir utilizando su vehículo. Gracias a una decisión del Parlamento Europeo, la entrada en vigor de la tan esperada normativa se pospone 5 años hasta el año 2030. Esta atraso implica que los límites actuales de emisiones para los turismos se mantendrán sin cambios hasta esa fecha, despejando así el horizonte regulatorio para fabricantes y consumidores.
Desde luego, hay que echarle billetes para adaptar los motores de gasolina a las reglas más estrictas y la presión constante para pasarse a los coches eléctricos que está sufriendo la sociedad, son impedimentos que hacen que la industria progrese poco a poco.
La Euro 7 representa un compromiso entre los intereses de la industria automotriz y las preocupaciones medioambientales. Mientras que ofrece un respiro financiero a los fabricantes, también plantea interrogantes sobre el ritmo y la determinación necesarios para abordar los desafíos ambientales que enfrenta nuestra sociedad para un futuro más limpio y sostenible.
2025 para turismos y 2027 para camiones
Los límites previos, obligaban a los turismos y camiones a abandonar sus versiones de combustión para los años 2025 y 2027, respectivamente, pero, sus plazos también han sido extendidos con esta decisión. Específicamente, la normativa Euro 6 continuará en vigencia hasta el 1 de julio de 2030 para turismos y vehículos comerciales ligeros, y hasta el 1 de julio de 2031 para autobuses y camiones. La propuesta inicial de la Comisión Europea, presentada en 2022, había establecido fechas de implementación más tempranas, lo que también incluía límites de emisiones más estrictos para vehículos tanto de turismo como de carga.
Un cambio relevante respecto al acuerdo original ha sido la eliminación de las pruebas adicionales de emisiones en condiciones reales para los nuevos modelos. Esta omisión se debe a la preocupación de los fabricantes por el potencial aumento de costos que implicaría, lo que podría traducirse en un incremento significativo en el precio final de los vehículos. Según algunos estimados, esto podría llevar a un aumento de hasta 5,000 euros en modelos populares como el VW Polo.
Un respiro para poder seguir invirtiendo
En respuesta a este aplazamiento, los fabricantes de automóviles han expresado su alivio, destacando que cumplir con los estándares de la Euro 7 en la actualidad sería financieramente desafiante y podría obstaculizar sus esfuerzos para lograr emisiones cero en el futuro. Argumentan que esto requeriría recortar inversiones cruciales en el desarrollo de vehículos eléctricos, poniendo en riesgo la transición hacia una movilidad más sostenible.
Sin embargo, a pesar de este alivio por parte de la industria automotriz, numerosas organizaciones y grupos medioambientales continúan presionando para una implementación más rápida y rigurosa de la normativa Euro 7. Para ellos, la protección de la salud pública y la reducción de la contaminación son prioridades ineludibles que requieren acciones concretas y decisivas.