Audi es una de las que forma el triunvirato premium alemán. Es junto a BMW y Mercedes-Benz una de las que lidera el mercado más selecto con productos que van desde el poco exitoso A1 hasta el buque insignia A8. El problema nace de que su legado no es tan, digamos, brillante como el de sus competidoras. Así es que para incrementar su nivel sus responsables han llevado a cabo estrategias de todo tipo. Una de las más controvertidas fue cambiar sus «apellidos».
En el año 2017 la casa de Ingolstadt nos sorprendía con una nueva hornada de denominaciones comerciales. Estas se circunscribían a las versiones de sus modelos en relación a las motores que componían sus gamas. Entonces a todos nos explotó la cabeza porque no había por donde cogerla aunque ellos la han mantenido. Hasta ahora ya que la marca ha anunciado que este sistema tiene los días contados. ¿Quieres saber qué razones hay tras ello?
Audi adoptó en 2017 un sistema de denominaciones que se basaba en la potencia y no cilindrada de sus motores…
Pero antes de contaros porqué Audi quiere cambiar, otra vez, sus denominaciones repasaremos cómo son las que nos encontramos hoy en sus coches. Entonces la marca quería clasificar los nombres de sus mecánicas según sus potencias en varios bloques: 30, 35, 40, 45 así hasta llegar al 70 que era para los modelos que superaran los 545 CV. Además, para no «liarnos», dieron algunos ejemplos de aplicación práctica que servían para entender el juego.
La denominación “30”, es para los motores que rinden entre 81 y 96 KW, que viene a ser entre 110 y 130 CV. El número “45” se utilizará para potencias de entre 169 y 185 KW, que son 230 y 251 CV respectivamente. Con todo el caos ha sido máximo porque antes, el que se