Con el objetivo, según explica la propia compañía, de llevar la electrificación a un mayor número de tareas, haciéndolo no solo posible sino también relevante, Scania acaba de anunciar la adición de varios nuevos modelos a su gama de camiones eléctricos.
Aunque inicialmente el fabricante sueco tan solo electrificaba las variantes más populares de sus camiones con motor de combustión, la situación ahora ha cambiado. La primera novedad que encontraremos en la gama de camiones eléctricos de Scania es el EM C1-2, disponible en dos versiones con 210 o 240 kW de potencia. La compañía considera que este modelo está especialmente orientado a ciertos trabajos en el sector de la construcción. Las reducidas dimensiones del EM C1-2, al ser algo más corto que otros camiones similares, lo convierten ademas en el modelo perfecto con el que realizar actividades en entornos urbanos.
Según Fredrik Allard, vicepresidente senior y máximo responsable de la división E-Mobility de Scania, este modelo es equivalente al que equipa un motor de combustión de 9 litros. Por su ligereza y flexibilidad el EM C1-2 es adecuando para una amplia variedad de tareas. Una demanda que se venía escuchado de los profesionales del sector. Equipado con un propulsor con un único imán permanente, dispone de dos marchas y un par motor muy por encima de lo esperado, según sus propias palabras.
Allard explica además que, gracias a su nuevo eje en tándem es posible emplear hormigoneras, volquetes, grúas y otros componentes similares sin tener que sacrificar tracción ni capacidad de carga.
La degradación de las baterías ya no es un problema
Pero lo más destacado de los nuevos camiones eléctricos de Scania son los packs de baterías que equipan, desarrollados por Northvolt específicamente para este tipo de vehículos pesados. El fabricante sueco promete que es posible recorrer 1.3 millones de kilómetros sin que sea necesaria su sustitución. Una cifra que en la mayor parte de las ocasiones supera la vida útil del propio camión.
Las celdas suministradas por Northvolt, que en este caso son prismáticas, son ensambladas por Scania en la planta sueca de Södertälje, conformando packs de baterías con una capacidad de 416 o 624 kWh. Pudiendo así el cliente elegir entre ambas opciones aquella que se ajuste más a sus necesidades.
Por último, Allard ha concluido confiando en que la ampliación de la gama de camiones eléctricos de Scania acabe incrementando el interés de muchos más clientes de la compañía en las alternativas eléctricas. De hecho, algunos de ellos ya le han manifestado que, aunque inicialmente eran algo escépticos, finalmente han comprendido que éste es el camino a seguir.