La Fórmula 1 poco a poco ha ido utilizando lo que los avances tecnológicos le ha podido aportar para avanzar. Desde las novedades en materiales composites, aleaciones exóticas, etc., pasando por dispositivos avanzados de electrónica, recursos de computación, avances en la mecánica, la incorporación de máquinas de prototipado rápido o fabricación aditiva (impresión 3D), y últimamente, también con vistas a la IA.
Muchos se preguntan si tanta tecnología podría ser el principio del fin de la F1 tal como la conocemos ahora, pasando a sustituir a los ingenieros por máquinas. Más aún cuando la propia Williams ha anunciado el diseño de monoplazas usando IA…
La inteligencia artificial irrumpe en la Fórmula 1 de la mano de Williams
La Fórmula 1, siempre a la vanguardia de la tecnología, da un paso más hacia el futuro con la incorporación de la inteligencia artificial (IA) en el diseño de sus monoplazas. Williams, equipo histórico de la categoría, es el primero en reconocer públicamente su uso, aunque se estima que hasta cuatro escuderías podrían estar empleando esta tecnología.
El sistema de IA responsable de esta revolución es Neural Concept (NCS), desarrollado por la empresa suiza del mismo nombre. NCS ofrece a los ingenieros recomendaciones sobre diseños y desarrollos aerodinámicos, basándose en simulaciones tridimensionales que superan en velocidad y eficiencia a las tradicionales pruebas en el túnel del viento. Los beneficios que puede aportar son:
Mayor rapidez y eficiencia: las simulaciones por IA permiten explorar un mayor número de diseños en menos tiempo, acelerando el proceso de desarrollo.
Descubrimiento de nuevas soluciones: puede identificar patrones y oportunidades que podrían pasar desapercibidos para el ojo humano, abriendo nuevas posibilidades en el diseño aerodinámico.
Reducción de costes: el uso de NCS reduce significativamente la necesidad de realizar pruebas en el túnel del viento, lo que supone un ahorro considerable para los equipos.
La incorporación de