El W12 se ha mantenido desde hace lustros como la joya de la corona en el catálogo de Bentley. Desde que se lanzara en 2003 con aquel Continental GT, siempre ha permanecido forrado de un aura mágico que lo alzaba directamente a ser el motor más especial de los de Crewe. Sin embargo, tal y como cantaban los cordobeses de Medina Azahara, todo tiene su fin… y las normativas europeas actuales ha contribuido a que el de este icónico bloque llegue más rápido de lo esperado. Hoy se despide bajo el capó de las 16 exclusivísimas y preciosas unidades del nuevo Bentley Batur descapotable.
Este deportivo, que se convierte en el tercer modelo carrozado de la era moderna de la marca, corre a cargo de la división Mulliner (responsable de hacer realidad los pedidos más espectaculares y artesanos de los clientes) y, por tanto, supone la máxima expresión en lo que a personalización, individualismo y calidades se refiere.
Sus rasgos se inspiran de forma clara en los estrenados por la barchetta Bacalar, recogidos más tarde por el Batur coupé, con unas líneas marcadas pero muy elegantes que lo hacen ser simple y llanamente una auténtica obra de arte.
El motor W12 de Bentley se despide con 750 CV
Otro elemento digno de museo es precisamente el que a partir de ahora ya no podremos disfrutar más: el motor de tres bancos que también vimos en algunos Audi o Volkswagen (el Phaeton tope de gama, sin ir más lejos.) Este 12 cilindros en forma de «W» cesará su producción en verano despidiéndose a lo grande…
Como decíamos, el Batur descapotable será el último modelo en incorporarlo (o, al menos, será uno de los últimos porque quizá le siga algún one-off definitivo), y lo hará con seis litros de cubicaje, dos turbocompresores y la friolera de 750