No todas las semanas tiene uno la oportunidad de convivir con un modelo mítico entre los deportivos japoneses. Hacer recados, salir a tomar algo, ir a la compra y, por supuestísimo, disfrutar de carreteras reviradas; eso es lo que he estado haciendo con el Toyota Supra Performance, la variante con 340 CV y cambio manual.
Sinceramente, muchos podrían pensar que al Toyota GR Supra le pega más un cambio automático. Y puede que tengan razón, pues la caja ZF de 8 marchas que montaba hasta hace unos meses es una delicia. Pero el cambio manual se está volviendo tan exclusivo en los coches deportivos que, sinceramente, yo no tendría dudas: de comprar este Toyota, lo compraría con cambio manual.
Toyota Supra GT4 100th Edition Tribute
Pero antes de entrar en estos dilemas tan emocionales y de gustos personales, he de decir que no estamos al volante de un cualquier Supra. Esta unidad que veis en las imágenes corresponde a una edición especial. Su denominación es Toyota GR Supra GT4 100th Edition Tribute, y viene a sacar pecho por las 100 unidades vendidas del Supra GT4 de carreras desarrollado por Gazoo Racing para los circuitos.
Es fácil ver la diferenciación estética de esta edición, siempre y cuando se esté mínimamente familiarizado con el modelo nipón, porque lo cierto es que no es fácil verlos por la calle. El color Plasma Orange es exclusivo de esta serie limitada, el cual se complementa con detalles en negro como las llantas de 19 pulgadas o las pinzas de freno con el logo GR.
Sinceramente, esa combinación de colores para el exterior no termina de convencerme, aunque por lo que he podido comprobar estos días es un coche que atrae muchas miradas. Tanto que he llegado a tener momentos de tensión, pues no es agradable que otro conductor vaya grabándote