El diesel no ha muerto, seguro que alguno estará pensando que lo quieren desterrar del mercado, y sin entrar en polémicas que darían para muchos artículos, cabe resumirlo en: no pasa por su mejor momento. Pero existen alternativas que sacan lo mejor de un propulsor diesel, y tienen mucho sentido cuando ponemos sus cualidades blanco sobre negro.
Me refiero a esta prueba del Audi SQ5 Sportback TDI quattro con el potente motor diesel de 341 CV, un SUV con etiqueta ECO, con unas prestaciones sobresalientes y un consumo contenido. Aunque este modelo no es nuevo en el mercado, queremos acercarnos a ella a través del análisis de cinco puntos clave del SQ5 Sporback TDI.
1. Diseño deportivo en formato SUV
Exteriormente se nota que estamos ante una versión diferente del Audi Q5 Sportback, su frontal dispone de una parrilla deportiva en color negro donde se inserta el logo SQ5, mientras que lateralmente son sus llantas -opcionales- Audi Sport las que aportan el toque dinámico.
En la zaga las cuatro salidas de escape, contribuyen a la imagen deportiva, lo único que no comprendemos es que no sean de verdad, puesto que los tubos de escape están debajo de esos embellecedores. Quitando ese curioso detalle, el aspecto exterior es deportivo y llamativo.
2. Interior típicamente Q5, espacioso y confortable
Por dentro el diseño de este SQ5 se diferencia de un Q5 convencional en los asientos de corte deportivo (o acabado S) de cuero perforado y con función de ventilación y calefacción (un extra recomendable al optar con el cuero), las inserciones de fibra de carbono que recorren el salpicadero, y los logos (S) presentes en su volante deportivo y palanca de cambios.
Por lo demás es un interior espacioso, destacando la versatilidad de los asientos traseros, con espacio más que suficiente para pies y cabeza, permitiendo su regulación tanto longitudinal como vertical, lo que nos aporta un plus de practicidad (podemos disponer de más espacio para los pies o para el maletero).
3. Calidad correcta, con dos detalles a mejorar
La calidad interior es más que correcta, los acabados y ajustes están acorde al precio de este SUV, aunque hemos notado un detalle que podría mejorarse si lo comparamos con rivales asiáticos en cuanto a ajustes.
La parte baja del salpicadero dispone de un material más bien duro, que no va en consonancia con el resto de acabados. Ese mismo material se usa para las puertas, un detalle mejorable, que seguramente no tiene una importancia crucial, pero es un aspecto que otros rivales de origen asiático cuidan un poco más.
4. La bipolaridad hecha coche: 341 CV que pueden ser muy tranquilos
Yo siempre he sido fan de los motores diesel, de los buenos motores diesel, y este caso, el motor escogido para mover al SQ5 TDI es un viejo conocido de la marca alemana: se trata del 3.0 TDI V6 con una potencia de 341 CV.
Este motor es sencillamente sublime, lo primero que se nota es la suavidad propia de un bloque V6 (una sensación que se nos va olvidando con la desaparición progresiva de este tipo de mecánicas y el aumento de motores eléctricos que tienen otras sensaciones muy diferentes). El sonido (regulable según el modo de conducción) envuelve el habitáculo y centra las miradas de quienes nos rodean, y la sensación al hundir el pedal del acelerador, es de respuesta contundente.
Acelera de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos (un SUV de 2 toneladas) y tiene un poderoso par motor de 700 Nm, que literalmente nos pega al asiento.
Aunque lo más sorprendente es que, cuando decidimos afrontar un puerto de montaña, seleccionamos el modo «dynamic» y empezamos a trazar curva tras curva, nos olvidamos que llevamos un SUV, que es enorme, que pesa dos toneladas, y se obra la magia: el SQ5 es fiel a las órdenes de la dirección, siempre bajo control y con un aplome sobresaliente.
Por otro lado, si queremos tranquilidad, el modo más eficiente, nos ofrece un rodar confortable (gracias al ajuste variable de su suspensión) y un consumo medio cercano a los 7 litros a los 100 km en carretera o autovía, subiendo hasta los 8,5 litros a los 100 km en ciclo mixto (con parte por tramos urbanos) y hasta el tope de 11 litros a los 100 km si realizamos una conducción dinámica y despreocupada de la eficiencia.
5. Desde 88.720 euros, con un equipamiento razonablemente completo
El equipamiento de serie en este SQ5 Sportback es bastante completo, con los asientos deportivos incluidos (hay que sumar la ventilación como opcional), la instrumentación digital, el Audi Sound System, cámara visión trasera, tren de rodaje deportivo con regulación electrónica de la suspensión (opcional y recomendable la suspensión neumática adaptativa) y el sistema multimedia completo.
Entre os extras, los que ya mencioné, destacar también el equipo de sonido Bang & Olufsen Premium Sound System de 680W o el paquete de asistentes «Tour» que incluye todo lo necesario.
En resumen, este Audi SQ5 Sportback TDI es uno de esos coches que lo tienen todo, o casi todo. Me explico: es amplio, tiene un motor potente que nos permite dosis más que suficientes de deportividad, un consumo razonable y hasta etiqueta ECO. Para quien busque un coche amplio, familiar, pero que pueda cambiar a ser más radical, no es un RS4, pero sí es un poco más racional.
Fotos | Equipo de pruebas