Saber realizar algunas prácticas de primeros auxilios puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de una persona, por tanto, saber lo básico nunca está de más, tanto para atender un caso de emergencia de los tuyos que se pueda dar en carretera como si se trata de asistir o ayudar a los pasajeros de otro vehículo siniestrado.
Aquí te mostraré una guía sencilla de seguir por cualquier persona, y que deberías tener muy presente. Es más, te aconsejaría imprimirla y llevarla siempre contigo…
Antes de nada…
Lo primero que debes recordar es la diferencia entre ser un héroe o una víctima más. Es decir, siempre que se pueda se debe ayudar, pero no si ello implica comprometer tu vida. Por tanto, prioriza tu seguridad, y antes de acercarte a la víctima, debes asegurarte de que no vas a ser atropellado, o de que te encuentras en un lugar seguro, así como señalizar el accidente con luces, etc. No vaya a ser que por querer ayudar, al final se termine transformando en un accidente peor.
Evalúa también el estado de la víctima y la escena. Es decir, puede que la gravedad sea tal que las esperanzas de vida sean mínimas, mientras que los riesgos que asumes para tratar de salvarlo son demasiado elevados. Tanto si puedes asistir a la víctima o ayudarla de algún modo como si no, siempre tienes que llamar al servicio de emergencia 112 (mismo teléfono para toda la UE), informando de la ubicación del accidente, número de víctimas involucradas, y hacerle un análisis de las lesiones que ves a simple vista, sin manipular los cuerpos.
Grábate esto
Una vez que no comprometes tu seguridad o la del resto, lo siguiente es que te grabes estas recomendaciones para no generar un mal mayor:
No muevas a las víctimas: a menos que sea