Al elegir un combustible alternativo para vehículos, pueden surgir dudas entre las diferentes opciones disponibles. Si estás buscando una alternativa más económica, ecológica y eficiente a la gasolina o el diésel, probablemente te hayas topado con las motorizaciones de gas. Pero, ¿cuál elegir entre GLP vs GNC?.
Ambos gases cuentan con características únicas que los hacen atractivos, pero ¿cuál de estos dos combustibles es la mejor opción? A continuación, abordaremos en profundidad las principales diferencias entre el GLP y el GNC, así como sus respectivas ventajas e inconvenientes en la automoción.
¿Qué es el GLP?
El GLP, también conocido como Gas Licuado de Petróleo, está compuesto por una mezcla de butano y propano. Se almacena en estado líquido a bajas presiones, lo que le permite ocupar menos espacio a la hora de almacenarse. Este gas se origina a partir de la refinación del petróleo o de la extracción de gas natural y, a pesar de ser un derivado del petróleo, sigue siendo una opción más limpia en comparación con los combustibles fósiles tradicionales como la gasolina o el diésel.
Los coches que usan GLP suelen ser vehículos con motor bifuel, es decir, pueden funcionar tanto con gasolina como con GLP, y cambian automáticamente entre un combustible y el otro según sea necesario. A nivel mundial, el GLP es uno de los combustibles alternativos más utilizados, especialmente porque es una opción económica y con una red de estaciones de servicio en crecimiento. En España, ya se pueden encontrar cerca de 800 puntos de repostaje de GLP, aunque esa cifra palidece frente a otros países europeos como Alemania o Polonia.
¿Qué es el GNC?
Por otro lado, el Gas Natural Comprimido (GNC) está compuesto principalmente por metano, el mismo gas que se usa para la calefacción de los hogares. A diferencia del GLP, el GNC se almacena en