Es probable que alguna vez te haya ocurrido: llegas a un semáforo, pones el coche en punto muerto y, de repente, el motor se apaga sin motivo aparente. Aunque pueda ser frustrante, este es un problema bastante común y puede tener diversas causas. Descubrir por qué se cala un coche en punto muerto es clave para evitar averías mayores y conducir de forma más tranquila y segura.
En este artículo, te explicaremos en detalle las razones más habituales por las que tu coche podría calarse al estar en punto muerto y qué puedes hacer para evitarlo. La mayoría de las veces, este tipo de fallos está relacionado con el ralentí o problemas en la mezcla de aire y combustible, aunque también puede ser indicio de defectos en componentes clave del motor.
¿Qué es el ralentí y por qué es importante?
El ralentí es el régimen mínimo de funcionamiento del motor cuando no estamos pisando el acelerador ni tenemos ninguna marcha engranada. Este estado es fundamental para que el coche siga funcionando mientras está detenido, ya que permite que diferentes sistemas de tu vehículo sigan operando, como la refrigeración, la lubricación y el sistema eléctrico.
Un ralentí inestable puede provocar que el coche se cale en punto muerto. Este se manifiesta por variaciones en las revoluciones del motor, generando sonidos irregulares. Si notas que el ralentí de tu coche no es constante, es importante prestarle atención, ya que puede estar vinculado a problemas con válvulas, filtros o incluso la correa de distribución.
Posibles causas del coche calándose en punto muerto
Cuando el coche se cala en punto muerto, la causa puede estar relacionada con varios factores. Uno de los más comunes es una mezcla de aire y combustible incorrecta. Esta mezcla es vital para que el motor funcione correctamente, y cualquier alteración en la proporción puede generar