Si alguien me pregunta cuál es mi debilidad de la parrilla de las 24 Horas de Le Mans, le diré lo mismo que el año pasado, los Corvette. Ese bronco sonido del motor V8 de 7.0 litros, con el que casi podemos oír de fondo el barras y estrellas y las afiladas líneas de sus modelos han abierto un hueco en mi corazón a patadas, como si de una película de Chuck Norris se tratara. Una de las cosas que más me ha llamado la atención siempre del Corvette Racing Team es el logotipo de la calavera que siempre aparece en sus coches oficiales y que ya se ha convertido en todo un símbolo entre los seguidores de los “Vettes”. La historia nació a mitad de la pasada década, con el C5.R y cuando el equipo norteamericano causaba estragos en las pistas de las ALMS, en las 24 Horas de Daytona, 12 Horas de Sebring e incluso en las 24 Horas de Le Mans. En aquel momento, el éxito promovió que el equipo comenzara a utilizar el lema “Take No Prisoners” (no se hacen prisioneros), algo similar a lo que ya hacen otros pilotos como Tom Coronel con el “Eat my dust” en el WTCC. Junto a este lema, la escuadra utilizaba la bandera pirata, la de los dos huesos en equis y la calavera. Todo ello para seguir con la broma del paddock en la que les consideraban corsarios del mundo de las carreras de GT. Con la llegada de los C6.R, un clubs de fans del equipo (los «Bad Boys Vettes») tuvieron la idea de hacer un logotipo completamente nuevo que los identificara. Junto al propio Corvette Racing Team se pusieron en contacto con Eddie Jabour y su empresa de diseño con la petición y este
Podcast también disponible en PocketCasts, SoundCloud, Spotify, Google Podcasts, Apple Podcasts, and RSS.
El podcast
Únete a Naomi Ellis mientras se adentra en las vidas extraordinarias que dieron forma a la historia. Su calidez y perspicacia convierten biografías complejas en historias identificables que inspiran y educan.
Acerca del podcast