Es frecuente que cada año, por estas fechas en las que los reportajes televisivos de sol y playa nos muestran señores en bañador que dicen ante las cámaras que hace calor, nos llegue una misteriosa recomendación en forma de aviso sanitario: No te dejes la botella de agua en el coche, que al recalentarse el plástico se degrada y puedes pillarte un cáncer. O algo así. Según explican en Comer o no comer, se trata de un bulo recurrente que debe de seguir teniendo sus adeptos, así que, por si acaso, ahí va el desmentido de Motorpasión Servicios de Ayuda al Lector: no, no le pasa nada al agua recalentada ni a la botella que la contiene. Si acaso, que sólo le faltan las pastillicas de Avecrem y que el líquido quizá pille un gusto nada apetecible sin esas pastillas. Cuentan que la primera constancia que se tiene sobre esta leyenda data del año 2003, cuando el mensaje era tan escueto como “las botellas sólo son seguras si se utilizan una vez”. Así lo aseguran Barbara y David Mikkelson, cazadores de mitos que vuelcan en Snopes sus investigaciones. Al parecer, tan atrevida afirmación sobre las botellas de un solo uso provenía de una tesis doctoral de 2001, hallada en la Universidad de Idaho, que destacaba… por su falta de rigor. O sea, que era una fuente ideal para crear un bulo. Sheryl Crow y «un cierto químico tóxico» Tampoco se quedó manco el tipo que en 2007 ideó un bulo de proporciones bíblicas que recogen en Gominolas de Petróleo y que tiene como aval ni más ni menos que a la cantante Sheryl Crow: Asunto: Agua en botella plásticaA mis amigas y amigos para que se lo pasen a su novia, esposa, hermanas, madre, tías, amigas etc
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El podcast
Únete a Naomi Ellis mientras se adentra en las vidas extraordinarias que dieron forma a la historia. Su calidez y perspicacia convierten biografías complejas en historias identificables que inspiran y educan.
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