Red Bull corre en casa. Después de la inesperada victoria de Daniel Ricciardo, los de Milton Keynes están más optimistas que nunca y este fin de semana corren en su circuito local. Tanto el Gilles Villeneuve como el Red Bull Ring no son muy distintos y de hecho, su mayor diferencia es la exigencia en los frenos, ya que en Canadá eran mucho más fuertes. El Gran Premio de Austria vuelve después de 11 largos años, en el que Red Bull ha comprado lo que antaño se conocía como el A1 Ring.
Como es habitual, se podrán ver los monoplazas en pista a partir de viernes con motivo de los dos primeros entrenamientos libres. El primero de ellos se celebrará a las diez de la mañana. Estos entrenamientos adquieren mayor importancia que en cualquiera de los disputados durante la temporada ya que no hay ningún tipo de referencia para los equipos a excepción del simulador. Las sensaciones de 2003, muy seguramente, no tendrán nada que ver con lo que experimenten los monoplazas y los pilotos durante este fin de semana.
La segunda tanda de práctica del viernes se disputará a las dos de la tarde, en una jornada en la que se esperan chubascos, aunque a lo largo de los días la meteorología irá mejorando y para el domingo se espera un sol radiante y una máxima de 25 grados centígrados en el ambiente. Los últimos entrenamientos libres se celebrarán el sábado a las once de la mañana, momento en que los equipos deberán ultimar los detalles de cara a la calificación.
La última sesión del sábado será la calificación en la que se conformará la parrilla de salida del domingo. Será a las dos de la tarde cuando veamos realmente la situación real de los equipos en el desconocido Red Bull Ring,