Con la llegada al mercado del Audi A3 e-tron, la firma alemana ha dado el pistoletazo de salida a un ambicioso plan para reducir consumos y emisiones en sus principales modelos apoyándose en los esquemas de propulsión híbrida. Tal y como hemos conocido con la primera generación de modelos “hybrid”, esta nueva etapa e-tron se centrará en la integración de dos esquemas hibridos diferentes para la práctica totalidad de modelos de la firma de Ingolstadt.
Audi: el futuro es híbrido plug-in
Además de los sistemas híbridos plug-in convencionales, también conoceremos el sistema e-tron quattro haciendo uso de un eje trasero 100% eléctrico para garantizar la tracción total
Una vez más, ha sido el máximo responsable de I+D de Audi, Ulrich Hackenberg , el encargado de descubrir los planes de Audi a corto-medio plazo. La idea es bastante sencilla, ofrecer una configuración híbrida enchufable en cada modelo de gran volumen de la marca, incluyendo carrocerías SUV, aunque dejando a un lado los modelos más deportivos como es el caso del Audi TT o el Audi R8.
La apuesta de Audi se basará en dos esquemas híbridos diferenciados. Para todos aquellos modelos basados en la plataforma modular MQB destinada al uso de motores en configuración transversal, el sistema híbrido será el mismo que ha estrenado el Audi A3 e-tron: propulsor 1.4 TSI, cambio e-DSG con propulsor eléctrico integrado, baterías con 9,9 kWh de capacidad, en torno a 50 Km de autonomía en modo 100% eléctrico y una potencia máxima combinada entre los 200 y 215 CV.
En el caso de los modelos de nueva factura que hagan uso de la plataforma MLB, con vano motor diseñado para acoger motores en disposición longitudinal, los sistemas híbridos enchufables partirán previsiblemente del propulsor 2.0 TSI. El sistema híbrido se integrará en el cambio automático, por convertidor de par en este