No hace falta que saquemos nuestra bola de cristal para deciros que, muy pronto, el Grupo Volkswagen se convertirá en el mayor fabricante mundial. Viento en popa a toda vela, China se ha convertido en el mayor mercado de Volkswagen, el repunte del grupo en el gigante asiático en 2014 superará los dos dígitos porcentuales. Y eso, en un mercado en el que se superarán con creces los tres millones de unidades, significa que la marca crecerá notablemente este año y que China se convertirá en una de las claves del alzamiento de Volkswagen como mayor fabricante mundial por encima de Toyota, que ha ostentado dicha posición en los últimos años.
Pero Volkswagen aún no ha cubierto sus expectativas y, tal y como anunciaba hoy mismo, invertirá junto con su socio local, la compañía estatal FAW Group Corporation, más de 2.000 millones de euros para levantar dos nuevas factorías en Qingdao y Tianjin, que se unirán a las ya existentes y a la fábrica de transmisiones DSG que se inaugurará a finales de año también en Tianjin.
Con millón de coches y medio comercializados en los primeros cinco meses de este año, Volkswagen espera alcanzar 3,5 millones al cierre de 2014.
Para entender la importancia de China para el Grupo Volkswagen, baste certificar el hecho de que entre enero y mayo, ambos inclusive, vendieron más de un millón y medio de coches, un 17,7% más que en 2013. Cifras descomunales que de otra forma no podrían alcanzarse sin producir vehículos en casa, ya sea por logística, por costes o por el hecho de que las autoridades chinas aboguen por un proteccionismo sin igual para asegurarse de que la entrada de fabricantes foráneos inyecta capital a favor de su industria y de sus constructores locales.
Aunque esos 2.000 millones de euros son una cantidad nada