Audi celebra 25 años de tecnología TDI, y lo hace lanzando al mercado el Audi A7 3.0 TDI Competition. Lejos de ser una versión radical como puede sugerir su nombre, se trata de una alternativa deportiva y potente con motor diésel, haciendo gala de su 3.0 TDI bi turbo, ahora con 326 caballos de potencia.
El Audi A7 3.0 TDI Competition es una muestra de la apuesta de la marca por los motores diésel, algo que se conjuga con el nuevo aspecto del A7 que recientemente sufría un restyling. Es, además, la nueva alternativa más potente de la gama con este combustible.
Bajo el capó se aloja el mencionado bloque 3.0 TDI bi turbo, al que se le ha querido sacar un extra de rendimiento aumentando la potencia de 320 a 326 caballos. El par máximo alcanza los 650 Nm, y consigue unas prestaciones impropias de un coche propulsado por gasóleo, con un 0-100 km/h en 5,1 segundos.
A pesar de su carácter y apariencia deportiva, homologa un consumo de 6,1 l/100 km, con unas emisiones de 162 g/km de CO2. Como es habitual, cuenta con tracción integral quattro y caja de cambios automática Tiptronic de 8 relaciones.
Pero además de este extra de potencia, el Audi A7 3.0 TDI Competition quiere dar un poco la nota y dejarse ver. Instala de serie el paquete S-Line completo y cuenta con unas llamativas llantas de 20 pulgadas. A ello hay que añadirle 4 colores a escoger, Daytona Gray, Sepang Blue, Nardo Gray y Misano Red, y el paquete negro brillante para las molduras exteriores.
En el interior también podemos hacer acopio de colores llamativos, pudiendo escoger unos asientos deportivos con tapizado en cuero Misano Red o Agate Gray. Las molduras se rinden al aluminio y a la madera Beaufort, sin olvidar los logotipos quattro en los