Hace unos meses todos nos llevamos las manos a la cabeza con un crash test de utilitarios en India. Quedó claro que para los fabricantes de automóviles no vale lo mismo una vida en función de su nacionalidad y también quedó claro como sistemas como los airbag incrementan de forma muy notoria las probabilidades de sobrevivir o sufrir lesiones de menor consideración en un accidente.
Ahora el gobierno del país quiere endurecer sus normativas de seguridad, implantando algunos elementos de seguridad y activa y pasiva como obligatorios. En definitiva, se estaría obligando a los fabricantes a comercializar vehículos más seguros, aunque también más caros. Se cambiará la normativa para obligar a los fabricantes locales a instalar airbags y ABS en todos sus vehículos. Sí, hasta ahora no era necesario.
Además, estos coches se someterán de forma obligatoria a pruebas de choque para comprobar la eficacia de estos sistemas antibloqueo de frenos y los airbags. Sin duda estas medidas reducirán la terrible tasa de mortalidad en accidentes de tráfico del país, y entre las nuevas medidas propuestas por el gobierno podría ser también obligatorio el ESP. Casi se nos adelantan.
Huelga decir que estas medidas de seguridad, que requieren de piezas más complejas y caras y de procesos de fabricación más largos encarecerán los precios de los vehículos cuando la normativa entre en vigor, previsiblemente en 2017. El sobrecoste se estima en un 25%, lo que podría limitar, o al menos frenar, el crecimiento del renovado y más seguro parque móvil de la India, incrementando probablemente los precios de algunos coches de segunda mano debido a una demanda más alta.
Las pruebas de choque que se harán a los nuevos vehículos consistirán en colisiones frontales a una velocidad de 56km/h, dotando a cada vehículo de una puntuación de entre una y cinco estrellas en función