La décima prueba del campeonato mundial 2014 concluyó siguiendo el guion previsto. Ni la prohibición del FRIC ni la insuficiente comprensión de las gomas Pirelli ante una meteorología casi impredecible durante todo el fin de semana, impidieron que un Mercedes AMG venciera en el Gran Premio de Alemania. Quedaba por ver, como casi siempre en lo que llevamos de temporada, si sería Nico Rosberg o Lewis Hamilton quien se subiría al primer cajón del podio, pero después del tremendo accidente sufrido por este último durante la calificación, en cierto modo las dudas habían quedado disipadas antes del inicio de la carrera.
Así las cosas, aunque el resultado final parecía bastante claro la arrancada no podía resultar más excitante e imprevisible pues a la postre originaría un tremendo vuelco en las quinielas, cuando en un lance de carrera en la primera curva, el McLaren MP2/29 de Kevin Magnussen golpeaba lateralmente al monoplaza de Felipe Massa, originando que este abandonara tras haberse arrastrado literalmente boca abajo durante una buena cantidad de metros, y que Daniel Ricciardo evitara el incidente perdiendo la ventaja que le daba haber conseguido el quinto puesto en calificación, para reincorporarse en la cola del pelotón, muy lejos de la cabeza.
La prueba se neutralizaba momentáneamente con Nico Rosberg al frente, seguido inmediatamente por Valtteri Bottas y por Sebastian Vettel y Fernando Alonso, respectivamente, y en el reinicio, el interés se depositaba en el segundo integrante del equipo Mercedes AMG, Lewis Hamilton, quien debido al incidente en calificación y al cambio de la caja de cambios de su vehículo, partía desde la posición 20 pero había sido capaz de desprenderse de tres rivales antes de la salida del Safety Car.
Como decíamos más arriba, la previsible remontada del piloto británico acaparó la mayoría de planos de la realización ya que efectivamente, Lewis