Es en estos tiempos de crisis, de problemas económicos, cuando de verdad te das cuenta de lo complicado que es ser piloto profesional. No basta con tener talento. La combinación de suerte, dinero, sobre todo dinero, y el mecenazgo de una o varias firmas que financien tu aventura, es la piedra angular de una próspera carrera deportiva. Pero, ¿qué me dicen de tener un circuito de carreras en el salón? ¿poder medirte contra miles de pilotos sin gastar gasolina, sin pasar más tiempo en despachos buscando sponsor que entrenando, sin noches de insomnio e incertidumbre sin saber si te van a llegar los fondos para correr el próximo fin de semana?
Del videojuego mainstream, de Gran Turismo y Forza, al simulador más a avanzado, a Live For Speed, rFactor, iRacing. ¿Ha llegado la verdadera revolución del mundo del motor? ¿Sustituirán algún día las carreras virtuales a la verdadera competición del motor? ¿Veremos retransmisiones de carreras virtuales en televisión?
Automovilismo para todos los bolsillos
Un piloto necesita una combinación de dinero, suerte y talento para desarrollar su carrera profesional. Las carreras virtuales suponen la democratización del deporte del motor, cualquiera puede competir.
Hace unos años entrevistamos a un piloto español que personalmente respeto y, sobre todo, admiro. Cuando Javier Morcillo, Director Deportivo de la Escuela Española de Pilotos, nos contaba cómo ser piloto de carreras, hablaba de la frustración que supone reconocer que sin dinero, sin mucho dinero, no se puede competir. Para aspirar a las grandes competiciones del motor, si no imprescindible, es importante empezar muy temprano, iniciarte desde niño en el karting y eso supone invertir cantidades muy superiores al presupuesto de cualquier familia media española.
En la competición del motor, por desgracia, no abundan los cuentos de hadas, la historia del chaval de familia humilde que acaba triunfando, cerrando un contrato millonario y