El centro urbano de Londres tiene la guerra declarada a los coches. Por todos es conocido el peaje que impuso el ayuntamiento de la capital británica a quienes quisieran acceder al centro con sus coches, debiendo satisfacer una cuota diaria de 11,5 libras, aproximadamente 14,40 euros. Ahora el equipo de gobierno de la ciudad prevé incrementar la cuota en 10 libras más (12,5 euros) y serán los vehículos diésel los más perjudicados con este incremento en las tarifas que podría acercarse a los 30 euros.
Este importe se cargará, previsiblemente a partir de 2020, a todos los vehículos gasolina anteriores al año 2006, aunque golpeará más duramente a los diésel, porque todos los modelos que no cumplan la normativa anticontaminación Euro 6 deberán pagar más. La última normativa de emisiones será obligatoria para nuevas homologaciones de vehículos para el 1 de septiembre de este mismo año, mientras que habrá un plazo de un año más para la matriculación de vehículos.
Actualmente el parque móvil de Reino Unido tiene 10 millones de coches diésel, un tercio del total. La normativa Euro 6 es una porción muy pequeña del parque movil, porque todavía se comercializan infinidad de modelos Euro 5, además de todos los anteriores que hay en circulación. Los gasolina posteriores a 2006 o los diésel que cumplan los requisitos se ahorrarán el sobrecargo, pero seguirán pagando la tarifa base por el acceso al centro de la capital. Para estar exento del pago el vehículo ha de emitir menos de 75 gramos de Co2 por kilómetro.
Los objetivos de esta medida no son otros que los de conseguir una mayor calidad del aire y sobre todo, una menor congestión del tráfico. los londinenses no cogen el coche para ir al centro así como así, el transporte público siempre acaba siendo más barato y eficaz.