Para afrontar una inversión arriesgada posiblemente hacen falta dos cosas: una buena suma de dinero, y varias cervezas en el estómago… Bueno, quizás con la primera es suficiente, pero sin la segunda el riesgo a correr siempre parece mayor. Eso es lo que llevó a Michael Watts, de 62 años de edad, y al propietario de un campo adyacente a la carretera que une las ciudades de Bath y Bristol, a construir en el plazo récord de dos semanas un camino que evitase a los conductores que circulaban a diario por ese trayecto, las prolongadas obras que a menudo les costaba el quedarse atascados en el barro.
437 yardas de carretera, 150.000 libras (unos 190.000 Euros) en infraestructura y una previsión de 150.000 libras más entre mantenimiento y seguro son las cifras que Watts, hombre de negocios ante todo, ha manejado para construir esta vía alternativa a un desvío provisional que obliga a los conductores a transitar 14 millas extra. Para recuperar la inversión, Watts ha instalado cabinas de peaje en cada extremo de la carretera, con una tarifa de 2 libras (aproximadamente 3 Euros) a automóviles y roulottes, y 1 Libra a las motocicletas por cada viaje de ida.
Además, existe un descuento si se compran 12 pases o más por adelantado. Watts comenta precisamente que la respuesta recibida por la población ha sido cien por cien satisfactoria, con una acogida que demuestra el agradecimiento de público ante la arriesgada decisión que tomaron.
Como es de esperar, las autoridades tienen su particular punto de vista sobre el asunto, y en un comunicado del Bath & North East Somerset Council han advertido a los conductores que al circular por esta vía privada lo hacen bajo su propio riesgo y cuenta, argumentando que no existirá cobertura por parte de los seguros en caso de