En Woking cuentan con un nuevo miembro en sus filas. Una nueva alternativa del McLaren 650S dispuesto a posicionarse a mitad de camino entre la versión GT3 y la alternativa de calle, el McLaren 650S Sprint. Más rudo, con una mejor aerodinámica, pinturas de guerra por aquí, llantas monotuerca por allá… hasta aquí todo bien, pero… ¿por qué no haberlo hecho matriculable?
El precio del McLaren 650S Sprint es de 250.000 euros. El Ferrari 458 Speciale cuesta algo más de 10.000 euros por encima del británico.
Salón de Frankfurt de 2013, en septiembre. Ferrari acude a la cita con un Ferrari 458 Speciale en lo que bien parece el mejor homenaje que se le podía hacer al V8 atmosférico antes de su adiós en favor del turbo. Llegaba con 35 caballos más de potencia para llegar hasta los 605 caballos, llegaba con un peso 90 kg menor para alcanzar los 1.290 kg y todo ello acompañado además de una mejor aerodinámica, de una nueva puesta a punto y unos neumáticos Michelin Pilot Sport Cup2 desarrollados específicamente para el modelo, pero además, a diferencia del McLaren 650S Sprint y aún teniendo también un enfoque con mucho de track day, es matriculable, de hecho tenemos ya unas cuantas unidades matriculadas en España.
¿Por qué no hacer al McLaren 650S Sprint matriculable?
Sí, el McLaren es más potente, son 650 caballos. De hecho, la alternativa “normal”, sin ser el Sprint, ya clava el crono del 0 a 100 km/h en los 3 segundos al igual que el Speciale, pero para mí el italiano se lleva el punto de este partido al estar homologado también para poder ir a por el pan. Cuestiones de diseño y mecánica al margen, donde a un servidor también le tiene ganado el Speciale.
Sólo queda ver si esta versión consigue ser más