Mazda3 5p 2.0 y 2.2D automáticos, prueba (valoración y ficha técnica)

Pues bien, ya os he dado mis argumentos de por qué el Mazda3 es un compacto tan bueno y tan apetecible, y razones no me faltan. Pese a todo, no se venderá tanto por una simple cuestión de visibilidad de modelos más asentados en la mentalidad del cliente español, no tanto por no merecérselo. Sin un Diesel de acceso, entre 110 y 120 CV, el Mazda3 no tiene mucho que hacer en volumen puro, porque es el margen de potencia más demandado en el segmento. La carrocería SportSedan está limitada en gama, pero eso es comprensible considerando la idiosincrasia del comprador español, reacio a los sedanes de segmento C, se prefieren compactos. Este coche no implica un paso atrás en otros aspectos, en los que varios competidores sí han incurrido. Mazda ha demostrado que se pueden hacer motores competitivos sin bajar tanto la cilindrada ni suprimir el cuarto cilindro. Soy un poco intransigente con el tema, lo sé. Los tricilíndricos, para quien los quiera. Las versiones básicas son muy dignas, aunque como siempre el término medio es más apetecible, y los Style son muy atractivos. Siempre es mejor el Luxury aunque sea por las tecnologías de seguridad, y que hay que pagar a golpe de billetes, pero es una inversión que puede salvarnos la vida algún día, y una sola vez. El comportamiento me enamoró, ya os dije que estaba hecho a mis gustos personales de arriba a abajo, no le cambiaría nada, y nada le voy a criticar. Solo puedo objetar en materia del cambio automático, un doble embrague robotizado lo haría mejor, y los ingenieros de Mazda seguro que lo saben. Por lo demás la evolución del coche es indiscutible: bajo peso, motores eficientes, tecnología… Aunque también debo decir que hay competidores que se han

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