General Motors no consigue quitarse de encima las llamadas a revisión. El fabricante americano llevaba más de un mes sin anunciar estas llamadas, pero ahora el nuevo Chevrolet Corvette será objeto de dos campañas, haciendo un total de 67 las que General Motors ha efectuado desde comienzos de año, algunas de ellas muy polémicas. Los motivos son defectos que se han detectado en los airbags y en los cables del freno de mano, que afectarían a 2.800 vehículos, pocos de los cuales han llegado al cliente final.
El problema con los airbags obligará a detener las entregas de forma temporal, lo que perjudicará al gran ritmo de ventas del Chevrolet Corvette, la antítesis de las ventas del Dogde Viper. Todavía no están disponibles los recambios para el airbag del conductor, que es el afectado. Estos airbags podrían llegar a despegarse del volante en caso de un accidente y su activación, pudiendo producir graves daños al conductor. Afortunadamente no se ha dado ningún caso en el que haya sucedido.
Esta campaña afecta a 2.000 unidades, la mayoría de las cuales aún permanecen en la fábrica de Kentucky. Los otros 800 vehículos afectados corresponden a la llamada a revisión por uno de los cables del freno de mano, que no está correctamente instalado y podría fallar. 100 de estos vehículos están en manos de los clientes, que serán avisados para llevar el coche al taller y que efectuar la reparación sin coste.
Son las primeras llamadas a revisión para el Chevrolet Corvette, pero hace unos días conocimos que a Car & Driver se le rompió el motor del Corvette de su prueba de larga duración con solo 6.000 millas. Al parecer un fallo en el filtro de aceite dejó pasar pequeñas partículas metálicas, causando daños irreparables. Mientras General Motors dice que es un problema aislado,