Suzuka nunca decepciona y con la llegada del tifón Phanfone y por consecuencia de la lluvia, se ha visto una carrera de lo más espectacular. Se ha dado la salida con régimen de coche de seguridad, dándose un total de tres vueltas antes de que Marcus Ericsson sufriera de aquaplanning a baja velocidad y Fernando Alonso tuviese que retirarse por aparentes problemas eléctricos en su Ferrari.
Después de todo esto, dirección de carrera ha optado por hacer ondear la bandera roja y todos los pilotos, incluido el propio Ericsson, que se ha recuperado del trompo se han dirigido a la calle de boxes, a la espera de que se relanzase la carrera. Ya con Alonso fuera de la carrera, se ha vuelto a relanzar, de nuevo detrás del coche de seguridad, el cual iba a mantenerse durante un buen puñado de vueltas.
Una vez el coche e seguridad se ha retirado, los pilotos han tanteado la situación y se han visto pocos adelantamientos. Nico Rosberg, que lideraba la carrera, sufría de muchos problemas de sobreviraje, haciendo que Lewis Hamilton no se despegase de la parte trasera del monoplaza del teutón. Tras la primera parada en boxes de los líderes se iba a mantener el orden pero con los neumáticos nuevos, Hamilton aprovecharía el tirón para superar a su compañero de filas en la primera curva del trazado.
Tras esto, Los Red Bull que iban siendo los más rápidos en pista, han superado sin ningún problema a los Williams que, sobre el agua, jamás han sido competitivos y han ido perdiendo fuelle a medida que las vueltas se sucedían. Unos Red Bull que iban a perseguir a un Jenson Button que fue el primero que se paró para montar los neumáticos intermedios ya que la pista había mejorado notablemente.
Sin embargo, Tanto Button como los