El primer Ford Mustang que pisará el mercado europeo está listo. La nueva generación del deportivo cuenta con un aliciente más que de costumbre, y es ese nuevo frente que abre. El mítico muscle car renueva su cara recibiendo ahora un diseño más suave alejándose un poco del rudo americano que siempre ha sido y acercándose levemente al estilo del viejo continente.
De ese modo, tenemos al de las barras y las estrella con la misma esencia pero un atuendo más actual. Su llegada a tierras europeas está programada para el pimer trimestre del año próximo, una fecha que esperamos con inquietud. Un Mustang europeo al que, según Autocar, le espera una cita en el taller. Y la culpa la tendría, la dureza de la suspensión.
Al parecer este sistema es demasiado fijo asediando la espalda del conductor cuando viaja a baja velocidad. Tras algunas críticas, la marca habría decidido revisarla para proporcionar esa comodidad que, actualmente, no consigue ofrecer el deportivo. Eso sí, todo no se puede tener en la vida y es que, si finalmente la suspensión pierde dureza, las capacidades dinámicas del Mustang se podrían ver afectadas.
Y la lógica nos dice eso mismo. El modelo ha sido equipado con estos muelles para disfrutar de un gran comportamiento en el manoteo de enlazadas. Si se altera su configuración, posiblemente se vería alterado también el resultado final. Por ello, Ford, intentará revisarlos y hacer mínimos ajustes con la firme intención de que la conducción del mismo no se vea demasiado afectada. Un Ford Mustang que ha sido equipado con suspensión trasera independiente.
Debajo del capó, podremos ver la mecánica de cuatro cilindros EcoBoost con 2,3 litros, o el gigante V8 de 5,0 litros. El primero desarrolla una potencia total de 310 caballos de potencia sumado a un par de 407 Nm. La