Con la presentación del Bentley Grand Convertible en el Salón del Automóvil de Los Ángeles, Bentley retoma aquellos proyectos que nunca debió dejar en dique seco. Fue con el regreso de Wolfang Dürheimer como CEO del fabricante británico como la idea de ver una variante descapotable del Bentley Mulsanne volvió a los planes de la marca para una más que probable comercialización. Sin embargo estos planes no sólo se materializarían en la fabricación de un gran convertible, sino que además traería consigo el digno relevo para uno de los mejores coupés que Bentley ha llevado al mercado, el Bentley Brooklands.
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Durante la presentación que Bentley realizó en Los Ángeles, Dürheimer no se andó con demasiados rodeos, confirmando el interés de Bentley para dar luz verde al proyecto y, de ser así, de acompañar a este convertible de una versión cerrada que recoja el testigo de los grandes coupés Arnage y Brooklands. No hablamos de un coupé como es el Bentley Continental GT, sino de uns de esas máquinas capaces de superar holgadamente los cinco metros para definir mejor que nada la idea de Gran Turismo.
La esencia de este gran coupé mantendrá intacta la filosofía del anterior Bentley Brooklands,