El Mercedes-Benz CLA Shooting Brake es uno de esos coches que te devolverá la pasión por los vehículos familiares. Ni mis aficiones, ni mis necesidades familiares, exigirían que tuviera en mi garaje un coche de estas características, pero en momentos como este desearía tener mujer, dos hijos y una hipoteca, a ser posible cómoda, para que no me quedase más remedio que elegir un Mercedes CLA Shooting Brake antes que un sedán, un CLA a secas. Bien pensado, retiraré esto último. Lo que no retiraré será mi opinión de que para mí, y para gustos ya sabemos que están los colores, es el familiar más bonito de su categoría.
Reconozco que la belleza de la gama CLA no nos debería llevar a engaños. Ni el CLA sedán, ni el Shooting Brake, deberían verse como una alternativa seria a los Clase C y Clase C Estate. Eso nos deja con una gama CLA que en ciertos aspectos, como el porte, la tecnología, la calidad y el espacio, está un peldaño más abajo de la ofrecida por el Clase C. El espíritu coupé de la gama CLA no solo está presente en su estética, para lo bueno, sino también para lo malo. Y eso nos deja, por lo tanto, con un producto, el CLA, generalmente caro en comparación.
Cifras: más de 900.000 Mercedes-Benz de plataforma compacta vendidos desde 2012. De ellos, más de 100.000 unidades eran un CLA.
Pero quizás en ese punto es donde Mercedes-Benz ha tenido su mayor acierto. No han creado una berlina y un familiar para competir con los rivales generalistas. No han creado una versión económica de su Clase C. Han creado un producto completamente diferente, que no verás a diario en el parking de tu supermercado y que cuando lo veas estará realmente bien equipado, con unas buenas llantas,