Marcas como Lexus o su rival Infiniti surgieron a finales de los 80 y principios de los 90 con un objetivo, desembarcar en tierras norteamericanas para conquistar el mercado premium. Y lo cierto es que ambas lo consiguieron, hasta el punto de que Lexus estuvo más de una década consecutiva como líder del mercado premium de Estados Unidos, aunque el tsunami japonés de 2011 les hizo perder el liderazgo.
En Europa vemos como estas marcas tienen poca difusión. Compiten contra Audi, BMW y Mercedes, tres marcas muy reputadas. Los coches de Lexus son tan buenos o más como cualquiera de esas tres marcas, pero la compañía no tiene la misma imagen y mientras que todo el mundo sabe lo que representa un Mercedes, muchos ciudadanos no entendidos en coches no saben donde colocar un Lexus. ¿Tal vez junto a Hyundai y Kia?
Es una realidad triste, pero es así, y lo ha admitido incluso Alain Uyttenhoven, presidente de Lexus en Europa. Pero eso no implica que desde la marca japonesa vayan a tirar la toalla. Cada vez más tiene una reputación y va a seguir trabajando en ofrecer mejores productos para así consolidar un cuarto puesto en Europa, por detrás del trío alemán. Realmente desde la posición actual de la marca premium de Toyota hasta estar ligeramente por debajo del tercero, hay muchísimo margen de crecimiento. Acaparar todo con una marca con sólo 25 años de trayectoria sería complicado.
Además Lexus juega con su propia estrategia, la de apostar por las mecánicas híbridas mientras que los motores diésel son cosas del pasado. Es una buena filosofía, pero desde luego no es apropiada si quieres batir a los alemanes en volumen, aunque otra cosa sería hablar de imagen. Para el presidente de la compañía Lexus ya es una marca madura, que ha salido de