El renovado Cadillac CTS ya está aquí, y con él el nuevo Cadillac CTS-V 2015, la versión más deportiva de la gama, pero también el CTS más radical de su historia. El fabricante americano ha querido rivalizar con sus homólogos europeos y, sinceramente, hasta se les ha ido la mano.
Va a intimidarte, y para hacerlo acude a un nuevo kit de carrocería compuesto por un nuevo paragolpes delantero con entradas de aire más grandes, un nuevo capó con joroba y toma de aire, nuevas llantas de 19 pulgadas, un nuevo difusor o un alerón (ambos en fibra de carbono) que imitan en cierto modo a los de la Nascar que tan de moda se han puesto entre los deportivos americanos. Y que así siga.
En el interior, a simple vista, parecerá que nos colocamos a los mandos de un CTS cualquiera, y salvo algunos detalles así es. Los asientos llegan forrados en cuero y microfibra y, opcionalmente, podemos optar por unos backets firmados por Recaro. El cuadro, por su parte, es específico y completamente digital.
Pero lo verdaderamente interesante del nuevo Cadillac CTS-V 2015 es lo que hay bajo el capó. Se esconde en el vano motor y bloque 6.2 V8 LT4 con sobrealimentador. Los ingenieros se han pasado con la llave inglesa para exprimir unos ingentes 640 caballos de potencia y 850 Nm de par.
Las cifras de este monstruo con cara de buen chico son tajantes. El 0-100 km/h se ejecuta en 3.7 segundos, mientras que la velocidad punta va más allá de los 320 km/h. ¿Suficiente para una berlina?
Cadillac, como es habitual, ha puesto a punto su CTS-V 2015 para lidiar con semejante potencial. El chasis ha sido retocado y se instala un sistema de suspensión ajustable, nuevos frenos de alto rendimiento Brembo, además de un control de tracción con