La familia R8 de la marca de los aros está de presentaciones. El deportivo alemán acaba de enseñarnos su nueva cara y, por si fuera poco, su hermano eléctrico, el e-tron. Pero, pese a que se trate de modelos de cualidades atléticas, ninguno está fabricado por y para las carreras. Y es que, para ello, tienen al Audi R8 LMS, el nuevo GT3 de los de Ingolstadt.
Como ocurre en varias legislaciones, la normativa de la GT3 cada vez es más estricta. Un problema que resuelve de un plumazo la versión LMS 2016 del Audi R8. Viene con más potencia, más seguridad y más eficiencia. Todo para volver a repetir la acogida que, desde 2009, disfruto el antiguo LMS. Nada menos que 130 vehículos vendidos en todo el mundo.
Para empezar, la compañía alemana ha instalado en el Audi R8 LMS 2016 materiales como la fibra de carbono en su parte trasera para, con ello, conseguir mejores resultados en las pruebas de choque. A su vez, y por primera vez en un GT3, el modelo cuenta con una abertura de rescate en el techo, la misma que podemos ver en los coches que compiten en el DTM.
La seguridad es uno de los apartados destacados de esta versión, siendo prueba de ello también los asientos Audi Protection PS 1 que se encuentran conectados al chasis con el fin de aumentar la rigidez. Unos elementos que al mismo tiempo permiten al R8 LMS ser ligero, como la jaula antivuelco, ahora de un peso más liviano, o el chasis, con 30 kg. de ahorro con respecto al antiguo LMS. Con estas modificaciones, que incluyen el empleo de aluminio, el vehículo frena la báscula en 1.225 kilogramos.
Debajo de esta piel de carreras, encontramos la mecánica V10 de 5,2 litros preparada para producir 585 caballos de potencia. El motor, viene acoplado a