La principal novedad de Morgan Motor Company en el Salón de Ginebra ha sido el nuevo Aero 8. Pero Sergio, te has confundido y has puesto fotos del modelo actual. No, porque aunque el frontal y los guardabarros laterales (alas sería un termino más adecuado) no haya experimentado cambios, es un coche completamente nuevo del pilar B hacia atrás. Además, la mecánica ha sido retocada y mejorada. De lo que no queda duda es que en el temporal tecnológico, conectado y electrificado del automóvil moderno, Morgan es una isla de tranquilidad. Tranquilidad analógica, y tranquilidad mecánica, de esa que ya casi no queda en este mundo de locos. Llamadme nostálgico.
Mejoras mecánicas y más calidad para un concepto inamovible de automóvil
Morgan es un bastión analógico en la tormenta digital que azota una industria del automóvil cada vez más parecida a la tecnológica.
Aunque los Aero SuperSports y Aero Coupé se dejarán de fabricar para liberar capacidad para el Aero 8, este Morgan seguirá siendo un vehículo de construcción artesanal, del que se construirán apenas 300 unidades. A un ritmo pausado, sin plazos estrictos y con la misma calidad que siempre ha caracterizado a la Morgan Motor Company. Desde el inicio de la creación de los Morgan Aero se han vendido 1.250 unidades, y el nuevo Aero 8 vuelve a la experiencia original: el disfrute a cielo abierto con capota de lona. El roadster británico por excelencia, elegante y disntiguido, con un diseño que nada tiene que envidiar a grandes como Jaguar, ya con el clasicismo completamente olvidado.
Bajo el capó seguimos disfrutando de un 4.8 V8 de origen BMW, cuya potencia permanece invariable en los 367 CV. Un propulsor poco apretado, fiable y de buen empuje, probado desde hace más de diez años en diversos vehículos bávaros y en la propia saga Aero.