El nuevo Lexus RX ya está entre nosotros. La reinterpretación del SUV premium japonés acude al Salón de Nueva York y lo hace como solo la marca de lujo puede hacer, con mucho diseño y mucha, mucha tecnología. La rejuvenecida edición del popular todocamino, modelo que se lleva más de un tercio de la ventas de la compañía, llegará a nuestro mercado a finales de año.
Para empezar, el Lexus RX 2016 es más Lexus. Me explico. La estética recibe el nuevo lenguaje de diseño que vemos, por ejemplo, en el pequeño SUV de la casa, el NX. De este modo, la carrocería del crossover, que por cierto, crece en todas su cotas, enseña una parrilla de dimensiones más generosas y con una línea más afilada. A ambos lados los ópticos se perfilan, cortándose de manera radical, y los antinieblas, no hacen otra cosa si no que transmitir más energía.
Por si fuera poco el miedo que genera con esta mirada profunda, el mismo se ha “machacado” en el gimnasio. Sus formas son más musculosas, con unos pasos de ruedas ensanchados y una apariencia más fornida. Aunque, si hay una zona que merece un punto y aparte, es la zaga, con unos pilotos sencillamente coléricos, y unos nervios que, junto al parachoques de este mismo lado, rematan un conjunto que parece enfadado, muy enfadado.
Del mismo modo, la poderosa carrocería puede montar unas llantas de 20 pulgadas que, igualmente, ofrecen la posibilidad de ser personalizadas. Y es que, la tecnología LED, con caminos inhóspitos como en las luces traseras con forma de L, junto con el adorno de las ruedas del que te hablamos, y los continuos “saltos” que los diseñadores se han quebrado los sesos para colocar en el cuerpo del SUV, hacen que el Lexus RX 2016 sea, sin duda, un coche único.
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