«He perdido a mi bebé, pero crearé otro. No sé quién será el otro padre o a quién se parecerá el bebé, pero no puedo seguir sentado organizando mi album de fotografías.» De esta manera explicaba Jeremy Clarkson en su columna del Sunday Times su decisión de volver a la televisión, ya que a sus 55 años todavía no se ve colgando los guantes de conducir, y aprovechó para explicar también dónde estuvo el origen de la inexplicable agresión al productor Oisin Tymon que puso fin a sus 25 años al frente de ‘Top Gear’ en la BBC. Dos días antes del incidente, Jeremy Clarkson recibió una noticia que le dejó alterado. Su médico le explicó que un bulto que le había detectado en la lengua podía indicar un cáncer, por lo que debía someterse a pruebas de forma inmediata. «Pero no podía hacer eso, estaba en medio de una temporada de ‘Top Gear’, y ‘Top Gear’ siempre es lo primero», narra Clarkson en su columna. Un presentador controvertido, pero necesario El incidente, ya lo sabemos, sobrevino cuando después de un largo día de rodaje el productor no fue capaz de conseguir una cena caliente para el presentador por estar cerrada ya la cocina del hotel en el que se alojaba el equipo. Clarkson propinó un fuerte puñetazo a Tymon, le ocasionó una fractura y el resto de la historia ya sabemos cómo acabó. A partir de aquí, nos podemos quedar con la parte que más nos interese. Al parecer el estrés pudo con la actitud del presentador, que acabó reventando contra el primero que pilló por el camino —antes de saber, por cierto, que el bulto que le encontró su médico era benigno—, pero conviene recordar que esa fue la puntilla que cerró todo un
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Únete a Naomi Ellis mientras se adentra en las vidas extraordinarias que dieron forma a la historia. Su calidez y perspicacia convierten biografías complejas en historias identificables que inspiran y educan.
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