Tras su presentación ante los medios en el año 2012, el nuevo Ford Mondeo ha tardado mucho en hacer su aparición, retrasando su llegada al mercado europeo hasta finales del año pasado. Dos largos años en que sus rivales no han perdido el tiempo. Citando algunos ejemplos, tenemos el Peugeot 508 o el atractivo Opel Insignia, modelos remozados recientemente, así como el Mazda 6, actualizado este año y que supone un importante paso adelante por parte del fabricante nipón.
Pero al final, como lleva sucediendo desde hace años, todos centran sus objetivos en alcanzar al de siempre, el Volkswagen Passat, que ha presentado hace poco su nueva generación. ¿Cómo saldrá parado el Mondeo del “combate”?, ¿habrá merecido la pena su espera? Esta semana en Actualidad Motor probamos el nuevo Ford Mondeo en acabado Titanium, equipado con el interesante motor de gasolina 1.5 EcoBoost de 160 CV y cambio automático.
Centro de atención
La zaga nos recuerda claramente a su antecesor
Comenzando con su diseño, hay que decir que el Mondeo ofrece ahora una estética más atractiva y deportiva, en la que destaca principalmente su frontal. Sus afilados faros y su nueva calandra trapezoidal, que nos recuerda irremediablemente a los modelos de Aston Martin, nos ofrecen un frontal agresivo que atrae muchas miradas. También guarda mucha similitud con el nuevo Ford Mustang, que llegará al viejo continente este año.
Su perfil sigue con estas premisas, con una pronunciada caída del techo que le dan un apetecible aspecto coupé. Gracias a sus trabajadas formas disimula su crecimiento de casi 9 cm, llegando ahora hasta los 4,87 m de longitud. Las llantas de 19” opcionales realzan su deportividad. Pasando finalmente a la zaga, se trata de la zona más continuísta con la generación saliente; llama menos la atención, pero redondea perfectamente el conjunto de marcado carácter deportivo que nos ofrece la marca