¿Y si te dijera que el Porsche 911 ha estado muy cerca de instalar motores de ocho cilindros opuestos? Aunque pueda parecer arriesgado, en Porsche andan trabajando en diferentes esquemas para dar vida a su nueva familia de propulsores sin descartar ninguna posibilidad dentro de las configuraciones flat. Se habla, de cuatro, de ocho y hasta de dieciséis… pero dado el crecimiento de la cilindrada en los 911 atmosféricos, fue la idea de desarrollar motores de ocho cilindros la que estuvo muy cerca de hacerse realidad de cara a soportar el crecimiento en prestaciones.
Finalmente la historia no ha tenido un final feliz, pues como viene siendo habitual de un tiempo a esta parte en la industria, Porsche ha decidido tirar por el camino fácil y mantener los seis cilindros con la sobrealimentación como principal recurso para seguir subiendo peldaños en prestaciones sin dejar de lado la eficiencia. El voladizo trasero de los 911 parece que no da para más, y ya con las necesidades de espacio que exigen los seis cilindros en sus últimas evoluciones, es más que suficiente.
Aunque en esta generación hayamos visto un especial esfuerzo de Porsche para mantener en cartera a los flat-six atmosféricos, no te engañes, pues muy posiblemente estemos ante el final de una etapa que tenga su futuro en la progresiva sustitución por motores sobrealimentados. La mejora en eficiencia que ha brindado Porsche a sus motores atmosféricos es digna de elogio, pero esta apuesta tiene un límite en tanto a complejidad y costes, pues las ventajas de los motores turbo están ahí e igualarlas supone un gran reto tecnológico.
Sea como fuere, lo que resulta obvio es la realidad del futuro de Porsche. Poco a poco los atmosféricos irán reduciendo su presencia en favor de los motores sobrealimentados. Por el momento, los flat-six seguirán siendo