Del BMW Serie 1 no se puede hablar precisamente de pobres ventas o poca aceptación. Sin embargo, la segunda generación del compacto alemán no acababa de casar con el resto de la gama en cuanto a diseño y, además, creaba controversia entre los seguidores. Ahora la marca bávara lanza el BMW Serie 1 2015, una actualización bastante profunda que afecta a diseño, equipamiento y motores, y que ya hemos puesto a prueba.
BMW nos citaba en Madrid para conocer su renovado Serie 1, un coche que ha recibido los detalles justos para poder justificar un excelente cambio a mejor. Además de su diseño, tal vez el apartado en el que más no fijemos, ahora añade más equipamiento de serie, nuevas opciones y nuevas mecánicas tricilíndricas, convirtiéndose en el primer Serie 1 de la historia con motores de esta arquitectura.
Afinando el diseño
Vamos a ir por partes y vamos a conocer qué novedades en diseño, que son unas cuantas, nos ofrece el nuevo BMW Serie 1 2015. Todo empieza por el antes polémico frontal. Las líneas de los faros se suavizan, incluso parece que pierden en tamaño. Se parecen ahora más al resto de la gama, y sigue la renovación con unos riñones ahora ligeramente más estirados. El paragolpes también es algo más refinado y gana nuevas molduras.
Atrás el cambio es, si cabe, más reconocible. Pierde esa trasera sosa y gana unos nuevos pilotos horizontales que se inmiscuyen en el portón del maletero. Su efecto parece reducir la altura del conjunto y, creedme, son mucho más vistosos en vivo que en imágenes. De nuevo, el paragolpes está más trabajado y algunas versiones incorporan una doble salida de escape.
Ha ganado también una serie de niveles de acabado. Partiendo del modelo de serie el cliente puede escoger el acabado Advantage con más equipamiento, o tirar