Según MINI, estamos ante el cambio más importante en su imagen desde 2001, es decir, desde la resurrección de MINI para convertirse en una nueva marca, tal y como la conocemos hoy en día. MINI se ha propuesto recuperar las claves que siempre han definido a su marca, y al modelo original creado por Sir Alec Issigonis. Lo que significa abogar más que nunca por el minimalismo, la sencillez, el respeto a la estética y el diseño, pero sobre todo a la practicidad y la autenticidad de esta marca. De manera que lo que ves más arriba, ese logo tan sencillo, con una tipografía simple, pero efectiva, se convertirá en el nuevo emblema de MINI.
MINI recurre a un emblema sencillo, en dos dimensiones, con trazos limpios y negros sobre fondo blanco, y la tipografía MINI Serif.
En un momento en que lo audiovisual prima tanto sobre todo lo demás, MINI ha recurrido a un logo en dos dimensiones. Máxima sencillez para un emblema que, hasta cierto punto, nos recuerda incluso a los emblemas anteriores a la Segunda Guerra Mundial de algunos fabricantes europeos. Un emblema en un solo tono, el negro sobre fondo blanco; con trazos limpios y sencillos; y el nombre de la marca en letras capitales en el centro.
El nombre de MINI, por cierto, se escribe empleando la tipografía propia de la marca, denominada MINI Serif. Serif que, para información de aquellos que no entendemos del asunto y según me chiva Wikipedia, significa que los extremos de las líneas están destacadas con algún tipo de remate.
MINI también confirma que su gama girará a partir de ahora alrededor de cinco modelos – cinco mundos, tal y como se refiere a ellos MINI – bien diferenciados. La nueva generación de MINI se ha presentado ya en 3 y 5 puertas –