Hace años que se está hablando del biodiésel sintético a base de microalgas. Es posible producir combustible mediante la sintetización de estas bioalgas, que crecen a gran ritmo en tanques acristalados – y de forma natural – gracias al sol. Es un combustible considerado renovable, cuyas eficiencia “well to wheel” es un 50% superior a la del combustible fósil. Volkswagen ha estado durante dos años probando el biodiésel a base de algas en varios vehículos con motor TDI y los resultados no podrían haber sido más alentadores.
Las prestaciones y consumos de los motores 2.0 TDI de Volkswagen han sido iguales o superiores en comparación al uso de gasóleo.
Durante dos años, la empresa estadounidense Solazyme ha colaborado con Volkswagen para demostrar la viabilidad real de estos carburantes. Han usado para ello dos coches, un Volkswagen Passat y un Volkswagen Jetta, ambos equipados con un motor 2.0 TDI common-rail de 140 CV. 134.000 millas después – algo más de 200.000 kilómetros – han desmontado sus propulsores y analizado todos los datos de consumos y prestaciones registrados. La conclusión es que el diésel de bioalgas es igual o superior al diésel de origen fósil en todos los aspectos.
Sin efectos perjudiciales para las mecánicas
Una segunda fórmula de biodiésel vegetal creada por Solazyme fue sometida a las mismas pruebas. El combustible es casi idéntico, pero su proceso de producción es menos óptimo. El biodiésel a base de microalgas me parece una solución mucho más renovable y eficiente, en el sentido de que no es necesario ocupar terreno cultivable – pensemos en el coste de oportunidad – con el consiguiente peligro de sobreexplotación de los terrenos y deforestación, algo que es el pan de cada día en países como Brasil.
Las pruebas también han determinado que los consumos eran ligeramente inferiores con el biodiésel hecho a