La serie GreenLine de Skoda crece con el nuevo Superb. La berlina media de Skoda ya ha convencido en sus primeras pruebas, y su versión más frugal promete sorprendernos. Porque su autonomía será de casi 1.800 km con un sólo depósito de gasóleo. Una berlina ideal para flotas o particulares que hagan muchos kilómetros extraurbanos al año. Desde luego, no es la berlina más indicada para ciudad o paseos ocasionales. La clave es una aerodinámica optimizada y un extraordinariamente frugal motor turbodiésel.
120 CV, 4,86 metros y 3,7 l/100 km
El Skoda Superb GreenLine está disponible también en versión Combi, con carrocería familiar.
Impresiona ver estos tres guarismos seguidos. La principal arma del Skoda Superb GreenLine es su motor 1.6 TDI de 120 CV. Este propulsor ya estaba disponible en el resto de la gama Superb, con un consumo medio de sólo 4,1 l/100 km. Sin embargo, en el Skoda Superb GreenLine, su media de consumo es 0,4 l/100 km inferior: 3,7 l/100 km. ¿Cómo ha conseguido emitir sólamente 95 g/km de dióxido de carbono? La principal diferencia con respecto a otros Superb está en la aerodinámica. Es sólo una de las ligeras modificaciones de la versión GreenLine.
Los bajos están carenados, la calandra delantera deja pasar menos aire y el portón del maletero estrena un spoiler discreto. Las llantas de 16 pulgadas y sus neumáticos de baja resistencia a la rodadura también contribuyen a unas bajas emisiones y un coeficiente aerodinámico mejorado. Los Superb GreenLine obtienen un Cx de sólo 0,263 en el caso de la berlina y de 0,275 en el caso de la versión Combi. Por otra parte, su suspensión se ha rebajado en 15 mm con respecto a las versiones convencionales.
La caja de cambios sólo puede ser manual, y de seis relaciones. Seis relaciones extra-largas para un consumo desahogado, especialmente