Pese a quien le pese, el downsizing se ha instaurado en el mundo del automóvil y no piensa abandonarnos. Y es que las normativas vigentes son cada año más restrictivas, lo que obliga a los fabricantes a abrocharse el cinturón y buscar la eficiencia de sus coches como el coyote busca al correcaminos. Pero para conseguir que un automóvil sea más ecológico no solo se recurre a la cilindrada, también hay que ponerlo a dieta. Algo de lo que el nuevo Opel Astra sabe un rato ya que, en su nueva generación, ha perdido nada menos que 200 kg. Veamos cuales son las claves de este ahorro de peso.
En primer lugar, la compañía se centro en la arquitectura del modelo, en, por decirlo alguna manera, el esqueleto del Opel Astra 2016. En total los ingenieros consiguieron reducir 77 kilogramos de peso en este apartado en comparación a la estructura del Astra que en breve se jubila. Igualmente, unos 50 kilogramos de ahorro vinieron de la sustitución de algunos paneles del vehículo y su equipo de suspensión, el cual es más liviano que el que utilizaba la generación que nos deja.
Otra de las claves de esta reducción drástica del peso total del nuevo Opel Astra son las ruedas que utiliza el renovado modelo. Unos 11,5 kilogramos se consiguieron ahorrar gracias a los nuevos neumáticos y el material utilizado en la fabricación de las llantas. Al ser capaces de restar ese peso, los ingenieros pudieron construir un sistema de frenado más compacto. Pese a sus dimensiones, la marca asegura que el rendimiento sube de nivel y que esta generación del compacto frena mejor que la que sustituye.
Si recordáis, hace unas semanas hicimos un repaso a los nuevos asientos que monta este Opel Astra 2016. Pues bien, estas mismas butacas también son culpables de que la actualización del alemán