El pequeño SUV de la marca bávara ha experimentado un profundo cambio este mismo año con la llegada de la segunda generación del modelo. Tras el éxito de la primera generación del BMW X1, el fabricante se propuso repetirlo con este nuevo X1, para ello decidió renovarlo de arriba abajo, incluyendo importantes aspectos técnicos y mecánicos, siendo el principal de ellos el paso de la tracción trasera a la tracción delantera.
La llegada de estas nuevas versiones a la gama BMW X1 trae otro elemento inédito a la fecha en su gama, no siendo así a nivel marca ya que podemos encontrarlo tanto en el nuevo BMW Serie 1, como en el Serie 2 Active Tourer. Si, en efecto, os hablamos de las mecánicas tricilíndricas que llegan al X1 de la mano de las versiones sDrive16d y sDrive18i, que se posicionarán como las mecánicas de acceso, la primera en la gama diésel, y la segunda en la gasolina.
Tanto el X1 sDrive16d como el X1 sDrive18i cuentan con motores de 3 cilindros y 1,5 litros de cilindrada que desarrollan una potencia de 116 CV en el primer caso, y de 136 CV en el segundo. Ambos transfieren su fuerza a las ruedas delanteras mediante la actuación de una caja de cambios manual de 6 relaciones, aunque en el caso del X1 sDrive18i podremos llegar a montar de manera opcional una caja de cambios automática Steptronic de 6 velocidades.
Por último, la tercera de las nuevas versiones es la xDrive18d, que se posiciona como la versión de acceso a la tracción total xDrive dentro de la oferta del nuevo BMW X1. El X1 xDrive18d cuenta con una mecánica diesel de 4 cilindros y dos litros, que proporciona una potencia máxima de 150 CV, transferida a ambos ejes mediante una caja de cambios manual de 6