La Yamaha YZF-R1 es la superdeportiva por excelencia de Yamaha y fue completamente renovada hace sólo unos meses. Esta máquina es precisa y afilada como una katana, con un explosivo motor de cuatro cilindros y un litro, capaz de desarrollar 200 CV, incluso dejando atrás la barrera de las 13.000 rpm. Maravillas de los tetracilíndricos de moto, en definitiva. Yamaha celebra su 60 aniversario en estos momento, y es para conmemorar la efeméride que los japoneses lanzan una versión especial de esta YZF-R1 con los colores clásicos de Yamaha Racing.
Al máximo nivel en el mundo de las dos ruedas
Es una Yamaha YZF-R1 legal para las carreteras, no solo una máquina de circuito.
Seguimos viendo cada vez más máquinas de dos ruedas con 200 CV de potencia, y creo que olvidamos que 200 CV en una máquina que suele pesar apenas 200 kilos es una barbaridad. Prácticamente ningún superdeportivo moderno es capaz de oler a estas bestiales máquinas en aceleración. La Yamaha YZF-R1 pesa sólo 199 kilos en orden de marcha y se ha empleado tecnología de MotoGP en su desarrollo, con el objetivo de ser la superdeportiva más efectiva. Sin ir más lejos, el chasis es prácticamente idéntico al de la Yamaha M1 de competición.
Su motor también se ha desarrollado con la experiencia acumulada en la categoría reina de las dos ruedas. También una electrónica avanzada, con un sofisticado control de tracción, anti-derrape y anti-wheelie pensado con el máximo rendimiento en circuito en mente. Además, de serie cuenta con un sistema de telemetría derivado de la M1. En su edición especial 60 aniversario, emplea los colores clásicos de Yamaha Racing, el blanco, amarillo y el negro. Todo un homenaje en una combinación espectacular.
Aunque este esquema de colores fue presentado ayer en la famosa Bol d’Or, se podrá encargar en concesionarios Yamaha