En los últimos días se está hablando mucho de diésel, de emisiones y de NOx. Hace unos días os explicábamos por qué era tan importante reducir las emisiones de NOx, con un dossier en el que os hablábamos de los riesgos que genera para la salud este gas contaminante. Sabemos que Volkswagen tendrá que ofrecer soluciones técnicas para los motores TDI afectados por el fraude que se detectó en Estados Unidos. Soluciones que, a fin de cuentas, ya han estado muy presentes para los fabricantes en los últimos años, en tanto el diésel ha tenido que enfrentarse a una reducción de las emisiones de NOx lo suficientemente importante como para superar normativas, más estrictas contra este contaminante, como la Euro VI. Es por eso que planteamos 4 estrategias para vencer al NOx, que en mayor o menor medida ayudarán a Volkswagen en su solución para la crisis de los TDI.
1. Los ajustes del software.
¿Cuánta potencia perderán los TDI de Volkswagen trucados sin el “defeat device”? ¿Es este vídeo la respuesta que esperamos?
La presencia de un software en los motores TDI de Volkswagen que “trucase” su rendimiento en el banco de pruebas, para obtener una cifra de emisiones de NOx más favorable, evidentemente respondía a una necesidad, la de reducir esas emisiones para cumplir con las normativas estadounidenses – y por lo visto en Europa, muy probablemente también para cumplir con las normativas europeas. Eso quiere decir que el problema no puede corregirse únicamente eliminando ese software del que tanto se ha hablado.
Existe la posibilidad de que otros ajustes de software, que tal vez pudieran implicar un daño colateral, como una pérdida de prestaciones, o unos consumos más altos, pudieran ser suficientes para lograr que esos motores cumplieran con las normativas de emisiones internacionales de manera legal, sin trucos.
El gran problema