En 2010 Jaguar nos presentó a un Jaguar C-X75 que, con un espectacular diseño, se convertía en el perfecto escaparate tecnológico de la marca, de futuras soluciones. Soñábamos entonces con su llegada a producción, con un sucesor para el Jaguar XJ220, con Jaguar volviendo al segmento de los superdeportivos. Hoy rendimos homenaje al C-X75 con motivo de su debut cinematográfico en la próxima película de James Bond, en SPECTRE.
Si el Jaguar C-X75 hubiera llegado a producción hoy el tridente de superdeportivos, el Ferrari LaFerrar, el McLaren P1 y el Porsche 918 Spyder tendría un cuarto compañero:
El motor de 4 cilindros y 1.6 litros era capaz de desarrollar 502 caballos a 10.000 rpm.
Tras ese salvaje porte, deportivo, muy deportivo y realmente actual aún a día de hoy, 5 años después, el Jaguar C-X75 nos ofrecía una innovadora solución mecánica. En 2012 nos enteramos de que no llegaría a producción, que no habría una nueva alternativa a ese tridente de superdeportivos que se estaba gestando, al McLaren P1, al Ferrari LaFerrari, al Porsche 918 Spyder, la crisis acababa con el.
En un primer momento el Jaguar C-X75 llegó animado por un conjunto de 4 propulsores eléctricos animados por dos turbinas movidas por gas y amparados por una batería de iones de litio, pero este no fue el propulsor definitivo de este superdeportivo…
Junto a Williams Jaguar dotó al C-X75 de una mecánica sobrealimentada de 4 cilindros y 1.6 litros y dos propulsores eléctricos consiguiendo un total de 850 caballos y 1.000 Nm siendo capaz de marcar un 0 a 160 km/h de menos de 6 segundos y una velocidad máxima de 354 km/h, pero además este superdeportivo podía desplazarse hasta 60 kilómetros en modo totalmente eléctrico.
El próximo 6 de noviembre se estrenará SPECTRE y además de ver a este Jaguar C-X75 nos encontraremos