Como ya te habrás podido imaginar, conducir un Bugatti Veyron no está al alcance de cualquiera. De hecho está al alcance de muy pocos. Hablamos de un deportivo que, en las versiones que cerraron su producción, el Super Sport y el Grand Sport Vitesse, superaba los dos millones de euros. Con estas cifras astronómicas, es razonable imaginar los impuestos con los que estará gravada su adquisición, y que el coste de su mantenimiento será totalmente descabellado. Y eso es precisamente lo que se preguntó el autor de este vídeo, paseándose en el Veyron de un amigo y consultando a algunos distribuidores de California.
Entre IVA e Impuesto de Matriculación, al adquirir un coche en España estará gravado con impuestos entre el 21 y el 35,75%.
Al comprar un coche en España, estarás pagando entre un 21% y un 35,75% en concepto de dos impuestos, el IVA y el Impuesto de Matriculación. Este último depende necesariamente de la homologación de emisiones de CO2 de nuestro coche. Por un utilitario eficiente no necesitarás pagar Impuesto de Matriculación, mientras que un Bugatti Veyron, y prácticamente cualquier superdeportivo, está gravado con un 14,75%. Piensa que en un deportivo como un Veyron Super Sport, con una base superior a los 2 millones de euros, tendrás que pagar más de 700.000€ solo en impuestos. Y eso que ni tan siquiera hemos tenido en consideración el Impuesto de Circulación, que depende de la ciudad en la que se registre el vehículo.
El autor del vídeo recordaba que en California el propietario de un Bugatti Veyron como este habría de pagar 320.000 dólares (290.000€ al cambio actual) por registrar su nuevo deportivo. A eso sumémosle la póliza del seguro. Encontrar una aseguradora dispuesta a hacerse cargo de un Bugatti Veyron no es sencillo, como tampoco lo es imaginarse que las cuotas