Crear un nuevo segmento, un nuevo nicho de mercado, es complicado. Se trata de averiguar no sólo lo que quiere el cliente, sino lo que va a querer, de crear una necesidad. Así nación el SUV Coupé y lo hizo de la mano del BMW X6, un SUV de gran tamaño, de estilo más deportivo y con unas aptitudes en carretera más afinadas. De él nace ahora el BMW X4 que ponemos a prueba esta semana, una nueva alternativa de menor tamaño.
Del mismo modo que el X6 parte del X5, el X4 lo hace del X3, un segmento más pequeño y probablemente una simple muestra de lo que está por venir. No te quepa la menor duda de que un BMW X2 está presente en la hoja de ruta del fabricante. Nuestra unidad era la más potente hasta el momento, sólo tras el X4 M40i de reciente presentación, un BMW X4 35d xDrive, diésel de 313 caballos de potencia. Créeme, no te miento cuando digo que esto es ir por la vía rápida.
Un X6 a escala
Crear el BMW X4 ha sido tremendamente sencillo. Ha bastado con poner sobre el papel todas las claves del BMW X6, y aplicarlas a un coche que nace con un éxito anticipado. ¿Acaso alguien piensa que no va a funcionar bien en el mercado un X6 más pequeño, más ligero y más barato? Lo hará, tiempo al tiempo, aunque ahora le están creciendo los rivales. Mientras el Mercedes GLE Coupé ve en el X6 un enemigo, será el futuro Mercedes GLC Coupé el que mire con malos ojos al objeto de nuestra prueba.
Se basa en el X3, por lo que hay partes tan comunes en el diseño como el frontal. Los faros horizontales se juntan con una parrilla doble prominente característica de BMW, creando unas