Estar ante un cambio de denominación para un mismo modelo en la gama Porsche, créeme, es estar ante algo muy importante. Tanto como que los Boxster y Cayman dejarán de llamarse así y pasarán a llamarse Porsche 718, cada uno con la coletilla de Boxster o Cayman según si hablamos del modelo descapotable o el modelo coupé. No llega a la magnitud de, por ejemplo, cambiar el nombre de 911, pero ahora te explico por qué va mucho más allá de un simple cambio de apellido.
Porsche, a lo largo de 2016, nos mostrará la nueva gama 718, una nueva gama que vendrá con dos principales novedades. La primera de ellas es el motor que la moverá, una nueva gama de mecánicas de cuatro cilindros de la que llevábamos tiempo ya hablando. Seguirán siendo boxer, pero saludarán al turbo de la misma manera que los han hecho los nuevos 911.
No conocemos demasiados datos acerca de estos motores, ni cilindrada exacta ni potencia. Se espera, eso sí, un ligero aumento de potencia y prestaciones frente a los actuales modelos atmosféricos. Como es lógico habrá un nuevo escalonamiento y veremos un par de niveles de potencia para los modelos estándar y los modelos S.
La llegada de los Porsche 718 Boxster y Cayman responde a una simple cuestión: historia. En los comienzos de Porsche como fabricante de deportivos, el Porsche 718 era un deportivo ligero con motor de cuatro cilindros, derivado del 550 Spyder. Por esta razón, por su configuración mecánica, la nueva gama se pasa a esta nueva denominación. Pero hay más.
Hasta el momento el Porsche Boxster era, y así nació, como el Porsche de acceso, por precio y potencia. Esto dejará de ser así. Mientras que el Cayman se había posicionado medio escalón por encima, ahora serán dos modelos virtualmente idénticos. Es